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Un recorrido a través del universo de Cheetos, en donde los asistentes fueron sumergidos en un viaje lleno de interacciones y espacios completamente inemrsivos.
Para iniciar el recorrido, los visitantes fueron recibidos por un túnel repleto de iluminación que brillaba con distintos estilos y colores que transformaban el espacio.
Al salir del túnel, los asistentes debían cruzar al siguiente cuarto saltando de una base a otra, en donde cada aro se iluminaba y cambiaba de color con el paso de los visitantes.